domingo, 24 de abril de 2016

Alfalfa para todos

1977 fue un año de buenas cosechas, después de la muerte del dictador Franco, España vivía en un limbo entre la libertad incipiente y la dictadura omnipresente. En febrero sale a la calle ENERGÍAS LIBRES, un número extra de la revista Ajoblanco.  Se hicieron presentaciones en diversas partes de España y alguna salida al extranjero. Parte del colectivo TARA viajó a París para presentar la revista y conocer “in situ” el movimiento ecologista francés. Contactamos con la candidatura de Brice Lalonde, primer activista ecologista que se presentó a unas elecciones municipales a la alcaldía de París (más tarde Brice Lalonde fue Ministro de medio ambiente durante la presidencia de F. Mitterrand). Alguién de la candidatura nos convocó a una reunión con representantes de Friends of the Earth (Amigos de la Tierra), organización mundial ecologista y nos pidieron si queríamos crear una delegación en España, llevamos la propuesta a la redacción y en una reunión posterior el colectivo TARA y Alfalfa declinó colaborar en ese proyecto.


Preparando la maquetación de Energías Libres
El acto más importante de la presentación del extra Energías Libres fue en el aula magna de la facultad de derecho de Madrid, el acto muy concurrido y con mucho debate sirvió para contactar con diversos grupos y activistas ecologistas.

En Barcelona nos reunimos con Santi Vilanova, Xavier García, Miguel Gil y Jaume Reixac, un grupo de periodistas ecologistas. La idea era colaborar en un proyecto conjunto para hacer una publicación, durante varias reuniones fuimos marcando las directrices de lo que iba a ser la futura revista Alfalfa. Llegamos a acuerdos sobre la idoneidad de la revista, y la temática, el reparto de tareas, hasta estábamos de acuerdo con el nombre: Alfalfa, una planta de forraje que regenera las tierras. En otra reunión planteamos la independencia de los diferentes partidos políticos que luchaban por el poder, algunos clandestinos, otros que ya se preparaban como alternativa a la dictadura. Empezaron a torcerse las conversaciones cuando uno de los periodistas dijo que pertenecía al PSC. Más tarde, cuando nos comunicaron que la publicación debía ser más localista y en catalán, mostramos nuestro desacuerdo ya que queríamos hacer una revista de ámbito estatal. En la siguiente reunión otro de los periodistas, Miguel Gil nos comunicó que abandonaba el colectivo y el grupo de creación de la revista, el compañero Cipriano Marín intentó que se uniera a nuestro proyecto, pero Miguel Gil tenía otros planes (al cabo de unos años fue el portavoz de presidencia con el primer gobierno de Felipe González).

Se rompieron los contactos y la colaboración con el colectivo de periodistas ecologistas.  En junio presentaron su proyecto: la revista Userda (Alfalfa en catalán) con un diseño muy bien cuidado y con texto bilingüe, ya que parte de la revista era para el proyecto conjunto. Fuimos a la presentación de la revista al Colegio de Abogados de Barcelona, con poca asistencia debido al nulo interés sobre el tema del ecologismo en esos momentos de transición política. Como anécdota citar que uno de los asistentes, un conocido dirigente y militante independentista les dijo a los editores, que leyendo la cabecera de la nueva revista no leía Userda sino "merda", ya que algunos artículos de la revista estaban escritos en castellano (?!), Santiago Vilanova se disculpó, explicando cómo se había gestado la revista y el fracaso del trabajo conjunto con el grupo de Alfalfa.

"Golf ball" de la máquina de escribir 
Nosotros seguimos con el proyecto de Alfalfa. Ajoblanco nos pidió que hiciéramos de nuevo un número extra, en parte como entrenamiento y para contrarrestar la salida a la calle de Userda, teníamos los contactos, teníamos los temas a tratar, teníamos una máquina eléctrica usada y muchas ganas de mostrar las luchas que se venían desarrollando en este país, contra las centrales nucleares y otros movimientos ciudadanos contrarios a la degradación del medio ambiente y la especulación capitalista.

Una de las Geodésicas con el fondo del paisaje ibicenco
Mientras tanto, en ese verano de frenético activismo, el grupo TARA colaboró en diferentes eventos, el más sonado fue en Ibiza, durante la Semana internacional de Solidaridad Ecológica y defensa del medio ambiente, junto al Colectivo de Autoconstrucción montamos unas cúpulas geodésicas de cartón triple ondulado, diseñadas por el grupo de arquitectos, esas geodésicas nos sirvieron de hábitat durante todas las jornadas. Aparte de las conferencias con lo "mejor" de los estamentos oficiales, el grupo TARA montó hornos y placas solares, además de un molino de viento. Lo más relevante de estas Jornadas, fue la ocupación de la isla Sa Dragonera (Mallorca) por un grupo de activistas en protesta por el proyecto de urbanización por parte de los especuladores del ladrillo.  En la actualidad Sa Dragonera es un parque natural.

Fernando Mir. 5 junio 1977
El día 5 de Junio junto con otros colectivos convocamos la primera manifestación del día mundial del medio ambiente, poca gente, ambiente festivo, todos con paraguas negros, consignas antinucleares y en defensa del medio ambiente, manifestación por las calles de Barcelona, vigilados y finalmente (auto) disueltos por los antidisturbios.  Luego participamos en las Jornadas Libertarias de Barcelona, en la fundación del Comité antinuclear de Catalunya (CANC), y en las Dehesas (Cercedilla) participamos en la asamblea del movimiento ecologista español, donde se creó el Federación Ecologista española. 

Por fin aparece el número 0 de la revista Alfalfa, con collage en la cubierta, fondo de cuadro de Van Gogh y siluetas industriales, con un formato marcado por Ajoblanco. La presentación se hizo en el Saló Diana, Juanjo Puigcorbé, en aquel momento uno de los actores del colectivo de la Asamblea de Trabajadores del Espectáculo, ADTE. El actor, vestido con frac y portando un paraguas negro bailó en el escenario al ritmo de la música de “Singing in the rain”, mientras del cielo le caía un montón de basura. En este extra, la revista hizo un repaso a los diferentes problemas de medio ambiente del estado español, a las luchas y alternativas con un listado de grupos y asociaciones que trabajaban en contra de los desastres ambientales en las diferentes partes de España. Una llamada a la colaboración y un emplazamiento a la salida del número 1 de la revista Alfalfa para el mes de octubre de 1977. 


A partir de la publicación del número 0, el grupo fue aumentado de colaboradores, fuimos puliendo las secciones y la forma de encarar los temas. Mientras, aprendíamos a dirigir, coordinar, maquetar y producir la revista Alfalfa, revista de crítica ecológica y alternativas.

REVISTA ALFALFA

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